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Generalidades

 

Posiciones de decúbito
 
Posición de decúbito supino o dorsal:

 

En esta posición, la persona está acostada sobre su espalda. Las piernas están extendidas y los brazos alineados a lo largo del cuerpo. El plano del cuerpo es paralelo al plano del suelo.

 

Posición de decúbito prono o ventral:

 

Aquí, la persona está acostada sobre su abdomen y su pecho, con la cabeza girada lateralmente (excepto si se encuentra en una camilla que tenga un orificio por donde poder apoyar el contorno de la cara sin presionarla). Las piernas se encuentran extendidas y los brazos también están extendidos a lo largo del cuerpo. El plano del cuerpo paralelo al suelo.

 

Posición de decúbito lateral izquierdo y derecho:

 

En esta postura, la persona se encuentra acostada de lado. Las piernas están extendidas y los brazos paralelos al cuerpo. El brazo de abajo, es decir, el que queda del lado sobre el que se apoya, está ligeramente separado y hacia delante, evitando que quede aprisionado debajo del peso corporal. El eje del cuerpo es paralelo al suelo.

 

 

 

 

 

Movimientos del cuerpo

 

Cada articulación tiene un tipo de movimiento con una amplitud determinada. Articulaciones como el hombro y la cadera poseen movimientos en los tres ejes espaciales: flexión/extensión, rotación interna/externa y abducción/adducción.

 

Es importante conocer este vocabulario para poder entender la aplicación de los tests. Recomendamos consultar la sección de "Recursos", donde hay material para ampliar este tipo de conceptos y asimilar mejor el contenido de la página. 

 

Asimismo, cuando nos referimos a "caudal", hacemos referencia a la dirección hacia los pies, y cuando decimos "craneal" hacemos referencia a la dirección hacia la cabeza. 

 

Por lo que respecta a las palabras "proximal" y "distal", se utilizan para referirse a "más cerca del centro del cuerpo" o "más lejos", y depende de la referencia espacial que se tenga (la articulación distal del húmero es el codo, y la proximal es el hombro). 

 

 
Sinónimos anatómicos

 

A veces suele generar mucha confusión referirse a la misma estructura anatómica empleando diferentes nombres. Para ello, hemos confeccionado una lista donde hemos citado las palabras comúnmente empleadas para hacer referencia a la misma articulación / músculo / estructura:

 

- Piramidal / Piriforme
 
- Recto femoral / Recto anterior
 
- Cúbito / Ulna
 
- Primer dedo / Dedo gordo / Hallux (referido al pie)
 
- Escafoides / navicular
 
- Astrágalo / talo
 
- Ligamento iliofemoral / Ligamento de Bertin / Ligamento de Bigelow
 
- Escápula / Omóplato
 
- Músc. Estilorradial / Músc.Supinador largo
 
 
Generalidades de la Valoración en Fisioterapia
 
  1. Recibir al paciente.
  2. Entrevistar al paciente para la recogida de datos (anamnesis).
  3. Exploración visual de la piel. Se realizará en un reciento cerrado que guarde la intimidad del paciente, en un box. El box debe tener ciertas características que nos facilite el trabajo con el paciente y, que a la vez, proporcione tranquilidad y comodidad a nuestro paciente. Estas características son:
  4. Debe haber una buena iluminación que nos permita observar la piel con claridad.
  5. El ambiente ha de ser cálido en invierno y fresco en verano para que el paciente esté cómodo. Debemos procurar que el paciente no pase frío ni calor. También debemos tener en cuenta que el paciente se encuentra en una posición estática y es más susceptible al frío que nosotros, que nos encontramos en continuo movimiento.
  6. Aplicación de una manta-toalla que recubra al paciente lo máximo posible. Es preferible calentarla previamente. La aplicaremos durante unos dos minutos aproximadamente.
  7. La clínica debe oler a las esencias de los productos que aplicamos. Debe de ser un olor agradable y natural (no aplicar ambientadores).
  8. Debemos llevar a cabo una serie de medidas higiénicas, como mantener la clínica limpia y cambiar las sábanas/papel en presencia del paciente.
  9. Ha de ser un lugar tranquilo y aislado de ruidos.
 
 

Para realizar la exploración visual pediremos al paciente que se desvista (únicamente se quitará la ropa de la parte a tratar) y se tumbe en la camilla. No debemos obligar al paciente a quitarse la ropa si no quiere. Para que se desvista, nos salimos fuera del box unos dos minutos y al volver lo cubrimos con una toalla, dándole la posibilidad de mantener su intimidad. Es importante saber que al realizar la observación siempre debemos seguir un orden riguroso (de craneal a caudal o de caudal a craneal). Una vez en la camilla, lo primero que valoramos es el tejido celular subcutáneo.

 

 

VALORACIÓN DE LA PIEL Y EL TEJIDO CELULAR SUBCUTÁNEO:
 

La piel comprende varias capas (epidermis, dermis, hipodermis y tejido subcutáneo). El examen visual tiene un carácter subjetivo y nos puede engañar, no es 100% fiable. Además, requiere que al paciente esté lo suficientemente desvestido para observar la zona afectada y las zonas adyacentes. También podemos comparar la zona afectada con la otra parte del cuerpo de nuestro paciente. La iluminación ha de ser buena para que nos permita ver la piel con claridad. Al hacer una valoración debemos tener en cuenta:

 

Pilosidad (vello corporal):

Es variable en función del individuo. Si la cantidad de vello es excesiva puede dificultar nuestro trabajo. La aparición de vello en zonas del cuerpo donde antes no lo había significa que la actividad celular de esa región está activada, por lo que deberíamos remitirlo urgentemente al médico (ya que podría tratarse de una enfermedad oncológica).

 

Color de la piel:

Depende de la presencia de melanina en la epidermis y la hemoglobina de los glóbulos rojos que circulan por los vasos sanguíneos situados en la dermis. Tanto la palidez facial como la rojez de los pómulos son signos de problemas vasculares. La hipervascularización de cualquier zona provoca su enrojecimiento. La palidez de cara puede denotar anemia.

 

Volumen:

Determinados tejidos cutáneos y subcutáneos son especialmente extensibles y permiten la infiltración o el estancamiento de diferentes líquidos. Una articulación se defiende de una agresión expulsando líquido sinovial que produce un aumento del volumen de esta zona (inflamación) e imposibilita la movilidad de pie (como mecanismo de defensa).

 

Grosor de la piel:

Existen zonas del cuerpo donde la piel es más fina y otras zonas donde es más rugosa. Debemos tener en cuenta esta característica para poder detectar posibles anomalías.

 

Humedad y temperatura de la piel:

Según el grado de humedad la piel puede estar seca, ligeramente húmeda, mojada o viscosa. En las zonas con más tendencia a la sudoración (por ejemplo, las axilas), la piel suele ser más húmeda. También existe otro factor que influye, que son las secreciones de las glándulas sudoríparas o sebáceas que proporcionan a la piel un aspecto graso.

 

Observar:

Existencia de heridas, llagas, cicatrices, alguna escarificación,…

 

Valorar los pliegues de flexión.

Estos pliegues se localizan en zonas como el pliegue del codo, rodilla, axilas, subglúteo, muñecas...

 

Formaciones diversas:

Lunares, verrugas, quistes y una serie de formaciones venosas como las arañas vasculares o los puntos rubís (cabos de venas). También podemos encontrarnos con petequias (puntuales y pequeñas) y equimosis (de mayor extensión), que se tratan de extravasaciones de sangre a nivel de los capilares.

 

 

PALPACIÓN Y MOVILIDAD DE LA PIEL

 

Características que debemos apreciar al realizar un pliegue cutáneo:

 

  • Extensibilidad
  • Elasticidad
  • Espesor
  • Consistencia
  • Movilidad de la piel con respecto a los tejidos subyacentes
 
 
VALORACIÓN ARTICULAR:
 

Para realizar la valoración articular seguiremos los mismos pasos que para cualquier otra valoración:

 

  • Observar:

Inspeccionar visualmente si hay un aumento del volumen de la articulación, un eritema (aumento de la coloración de la piel) o una deformación de la articulación. Lo compararemos siempre con la parte homóloga.

  • Palpación:

Podemos también palpar la articulación para evaluar si hay un derrame articular que provoca un aumento del volumen, evaluar la temperatura, la sensibilidad dolorosa o si al movimiento produce crepitaciones (sonidos producidos al mover una articulación).

  • Medición del ángulo articular.

Se realiza mediante la medición del ángulo que forman dos piezas óseas que se mueven. Para ello se va a utilizar el goniómetro o artrómetro universal, aunque también se puede utilizar otros métodos para tomar medidas universales como la cinta métrica o el péndulo. Tomaremos medidas angulares con respecto a una posición de referencia que corresponde a la posición anatómica. Estas medidas nos sirven para valorar el grado de movimiento del paciente.

 

Existen varios tipos de goniómetros:

 

  • Goniómetro universal o artrómetro. Se trata de dos varillas que se unen en un eje. Dicha unión forma un circulo graduado de 0º-360º o un semicírculo graduado de 0º-180º. Una de las dos ramas permanecerá fija mientras la otra se mueve.

  • Goniómetro basado en el principio de la irradiación permanente de la vertical.

  • Goniómetro que utiliza una desviación magnética. Se trata de un brazo al cual le ponen una brújula.

  • Goniómetro eléctrico. Proporciona una señal en un papel milimetrado.

 
 
VALORACIÓN MUSCULAR:
 
1. Observar la musculatura en sí, el aspecto y la forma del músculo.
2. Valoración palpatoria:
 
 

-Ejerciendo una serie de presiones-depresiones con los dedos. Puede realizarse con la yema de uno o varios dedos o con toda la superficie de la mano.

 

-Presionar con las yemas de los dedos sobre el músculo y deslizar los dedos transversalmente respecto del eje muscular longitudinal.

 

Podemos medir la musculatura midiendo la fuerza muscular, ya que de esta manera podemos ver la capacidad del músculo para contraerse. Podemos valorar el grado de movimiento de nuestro paciente mediante la escala de Robert Lovett, M.D./ Kendall.

 
Escala de Robert Lovett, M.D./ Kendall:
 
Grados
 Término
   Descripción
 
 
5  
Normal
  Alcanza la amplitud total disponible de movimiento contra la gravedad y  es   capaz de mantener              una resistencia máxima.
4
Buena
  Alcanza la amplitud total disponible de movimiento contra la gravedad y    es capaz de mantener una resistencia  moderada.
3
Regular
  Alcanza la amplitud total disponible de movimiento sólo contra la    gravedad   al eliminar la resistencia.
2
Pobre
  Alcanza la amplitud total de movimiento al eliminar la gravedad.
1
Vestigios
  Contracción visible o palpable sin movimiento muscular significativo.
0
Nula
  No se observa ni se siente contracción.
 
 
 
VALORACIÓN ÓSEA:
 

Es tanto visual como palpatoria y se realiza a través de los tejidos que la recubren. Según la región el tejido ósea puede resultar inaccesible, subcutáneo o en una situación intermedia.

 

  • Observación de prominencias óseas y las formas concretas de los segmentos óseos, comparándolo con la parte homóloga sana.
  • Palpación, para ello la musculatura tiene que estar relajada. Podemos percutir en el hueso para determinar alguna patología. Para medir la longitud entre dos salientes óseos concretos usaremos la cinta métrica.
 
 
VALORACIÓN DEL TRONCO. Observación general, raquis cervical, raquis dorsal y caja torácica, raquis lumbar, pelvis y cráneo.
 

¿Qué es el tronco? El tronco está formado por la caja torácica, la pelvis y los raquis cervical, dorsal y lumbar. Es lo que no comprende ni las extremidades ni la cabeza. Durante la evolución del ser humano, el raquis ha sufrido una serie de modificaciones debido al paso de una posición cuadrúpeda al bipedismo. Filogenéticamente, el feto tiene una posición cifótica que va cambiando a lo largo de su desarrollo. A los 13 meses, el raquis del niño pasa a una posición rectilínea. A los 3 años de edad, comienza a marcarse la lordosis lumbar. A los 8 años la columna vertebral tiene la forma definitiva, pero no es hasta los 10 años cuando el niño adquiere las curvas del raquis propio de un adulto.

 

Existen una serie de requisitos para mantener la estática vertebral:

 

  • Que la morfología en general de la vértebra sea correcta.

  • Que exista un buen tono muscular.

  • Un perfecto mecanismo nervioso.

 
 
OBSERVACIÓN GENERAL DEL TRONCO. Es importante seguir siempre un orden riguroso.
 
De espaldas en bipedestación.

Trazar una línea con la plomada para observar si hay simetría bilateral. Ver si las espinas iliacas posterosuperiores están a la misma altura (si no lo están puede deberse a una escoliosis o a una diferencia de altura de los miembros inferiores). Observar en la zona lumbar si existe algún pliegue, relieve, estrías, etc. Observar también la línea media, si se marcan mucho las apófisis espinosas, si hay un pliegue entre las escápulas, si éstas están muy marcadas y a que nivel se encuentran, observar la altura de los hombros, etc. Fijarnos en la musculatura del trapecio (ver si está tensa), observar la prominencia de C7, ver la altura de las orejas ya que debido a una escoliosis se puede doblar la cabeza). También nos fijaremos en el ángulo braquiotorácico o triángulo del talle: observaremos si son simétricos. Si existe una diferencia en la altura de los hombros, el triangulo del talle será más pequeño en el lado del hombro que está mas bajo.

 

De perfil en bipedestación.

Trazar una línea aproximada con la plomada desde el trago de la oreja que va a pasar por delante del trocánter mayor y la rodilla. Observar la posición de la pelvis.
Trazar una línea imaginaria entre la espina iliaca anterosuperior y posterosuperior: si la pelvis se encuentra hacia delante diremos que tiene anteversión pélvica; si por el contrario, se encuentra orientada hacia atrás el paciente tiene retroversión pélvica.
Observar también donde cae la mano y la forma global de la espalda. 
También es importante valorar las curvas fisiológicas del raquis para detectar posibles desviaciones de la columna vertebral en el plano sagital (hiperlordosis, hipercifosis o rectificación de alguna de las columnas que componen el raquis). Para ello utilizaremos el goniómetro posicionándolo en C6-C7 y L3-L4, puntos de máxima curvatura de las lordosis cervical y lumbar.
Observar el pecho del paciente, el mentón, etc.

 

De frente en bipedestación.

Observar las espinas iliacas anterosuperiores, la posición de las costillas, el pliegue de los senos, el relieve y posición de las clavículas. También observaremos si existe tensión en la zona del músculo esternocleidomastoideo y trapecio, la altura de las orejas y de los hombros.

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