Tests de Hombro
Prueba de la lata vacía o Test de Jobe
Esta prueba se utiliza para valorar el músculo supraespinoso.
Posición del paciente:
El paciente se coloca en bipedestación (de pie) con los brazos separados del cuerpo en abducción 90º y con una aducción horizontal de 30º. La posición de las manos es con los pulgares hacia abajo (es decir, rotación interna de hombro).
Acción de la prueba:
El paciente debe de elevar los brazos mientras el fisioterapeuta ofrece una resistencia a dicho movimiento.
Resultado positivo:
Si en el paciente se aprecia una debilidad y/o un dolor en el hombro se puede suponer una alteración en el estado del músculo supraespinoso.
Consideraciones especiales:
La debilidad del músculo supraespinoso puede deberse al nervio Supraescapular. El dolor del paciente puede indicar una tendinitis y/o un pinzamiento.
Prueba de Hawkins-Kennedy
Esta prueba se utiliza para valorar la presencia de un compromiso subacromial.
Posición del paciente:
El paciente se coloca en sedestación (sentado) con el hombro y el codo flexionados 90º.
Posición del fisioterapeuta:
El fisioterapeuta se coloca al lado del paciente, junto al hombro que pretende valorar. Una mano sostiene el codo mientras que la otra mano sujeta el tercio distal del antebrazo.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta realiza una rotación interna forzada del hombro.
Resultado positivo:
La rotación interna provoca la aparición del atrapamiento subacromial y el paciente refiere dolor o molestia en el hombro.
Consideraciones especiales:
Esta maniobra provoca un atrapamiento de las estructuras del espacio subacromial (tendón del músculo supraespinoso, bursa subdeltoidea y tendón de la porción larga del Bíceps) debido a un estrechamiento de dicho espacio. El dolor aumenta al añadir aducción horizontal.
Prueba de presión de la articulación acromioclavicular y esternoclavicular
Esta prueba se utiliza para comprobar el estado de la articulación acromiclavicular, y también el de la articulación esternoclavicular.
Posición del paciente:
El paciente permanece sentado con el brazo que se va a evaluar colocado a un lado.
Posición del fisioterapeuta:
El fisioterapeuta se coloca de pie en el lado homolateral y coloca una mano sobre la clavícula del paciente y la otra mano sobre la escápula.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta ejerce una presión con las manos, palpando cualquier movimiento de la articulación.
Resultado positivo:
Si aparece dolor y/o movimiento de la clavícula indica la existencia de esguince del ligamento acromioclavicular y/o coracoclavicular.
Consideraciones especiales:
Esta prueba no debe realizarse si existe una deformidad evidente en la articulación acromioclavicular ni en la esternoclavicular.
Prueba de Speed
Esta prueba se utiliza para valorar el músculo bíceps braquial.
Posición del paciente:
El paciente se coloca en sedestación (sentado) brazo en 90º de flexión y 20º de abdución, codo extendido y antebrazo en supinación.
Posición del fisioterapeuta:
El fisioterapeuta se coloca detrás del paciente. Una mano palpa la porción larga del bíceps a su paso por la corredera bicipital. La otra mano en la cara anterior del tercio proximal del antebrazo.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta realiza una resistencia a la flexión anterior del hombro del paciente.
Resultado positivo:
Si aparece dolor y/o debilidad percibidos por el sujeto en la corredera bicipital.
Consideraciones especiales:
Una evidente debilidad manifiesta en la supinación resistida debe hacer sospechar una rotura de 2º ó 3º grado de la porción distal del bíceps.
Prueba de Yergason
Esta prueba se utiliza para valorar la inflamación de la porción larga del bíceps braquial.
Posición del paciente:
El paciente se coloca en sedestación (sentado) con el brazo pegado al cuerpo, y el codo en flexión de 90º y pronado.
Posición del fisioterapeuta:
El fisioterapeuta se posiciona de pie al lado del paciente, coloca una mano en el hombro y palpa con el dedo índice la corredera bicipital, y con la otra mano sujeta la mano del paciente por la muñeca.
Acción de la prueba:
El paciente efectúa una supinación del antebrazo y una rotación externa del hombro mientras el fisioterapeuta ejerce una resistencia a dicho movimiento.
Resultado positivo:
Si hay un aumento de la sensibilidad en la corredera bicipital o luxación ocasional del tendón de la porción larga del bíceps correspondientes a tendinitis bicipital o lesión del ligamento transverso, respectivamente.
Consideraciones especiales:
La efectividad de esta prueba es menor que la de Speed, ya que provoca un menor desplazamiento del tendón en la corredera. La presencia de dolor asociado a chasquido en la corredera bicipital guarda relación con un cuadro de tenosinovitis.
Prueba del brazo caído
Esta prueba se utiliza para valorar el estado del músculo supraespinoso.
Posición del paciente:
El paciente se puede colocar en bipedestación (de pie) o en sedestación (sentado).
Posición del fisioterapeuta:
Detrás del paciente en la lado a examinar (homolateral) con una mano coge el antebrazo del hombro a valorar.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta realiza una abducción pasiva de 120º con el brazo en extensión y le pide al paciente que mantenga la posición para después llevarlo lentamente a la posición neutra.
Resultado positivo:
El resultado es positivo si se observa una incapacidad para soportar el peso del miembro o ejecución de la maniobra con dolor considerable.
Consideraciones especiales:
Existe la posibilidad de que el sujeto no pueda descender activamente el brazo, pero sí detener la caída o sostenerlo desde el hombro. Una sola palmada sobre la muñeca lo hará caer y pondrá de manifiesto la incapacidad del supraespinoso.
Prueba del rascado de Apley
Esta prueba se utiliza para valorar el estado del manguito de los rotadores.
Posición del paciente:
El paciente se puede colocar en bipedestación (de pie) o en sedestación (sentado).
Acción de la prueba:
El paciente debe intentar tocarse con el dedo índice el hombro homolateral y contralateral por la cara anterior, y colocando el brazo por detrás, ha de intentar tocarse la escápula homolateral y contralateral, tanto el borde superior como el inferior. Esta acción la puede realizar mediante una flexión + abducción + rotación externa de hombro o mediante una extensión + aducción + rotación interna de hombro.
Resultado positivo:
La aparición de dolor por encima del manguito de los rotadores, con incapacidad de llegar a tocar la escápula como consecuencia de la limitada movilidad de rotación externa y abducción, indica una afectación del manguito de los rotadores.
Signo de la tecla de piano
Esta prueba se utiliza para valorar la inestabilidad de la articulación acromioclavicular.
Posición del paciente:
Paciente en sedestación.
Posición del fisioterapeuta:
En el lado a valorar del paciente.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta ejerce una presión sobre la parte distal de la clavícula.
Resultado positivo:
El fisioterapeuta puede hacer presión inferior para hacer descender la clavícula hasta su posición normal, a continuación, observar cómo la clavícula vuelve a ascender una vez desaparece la presión.
Consideraciones especiales:
Se debe realizar bilateralmente.
Prueba translocación de Jobe
Esta prueba se utiliza para valorar la inestabilidad anterior del hombro.
Posición del paciente:
Paciente en decúbito supino con el hombro en abducción de 90º y en rotación externa.
Posición del fisioterapeuta:
De pie en el lado a valorar. La mano distal sujeta la mano y muñeca del paciente y la mano proximal se apoya en la cabeza del húmero.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta realiza una presión posterior sobre la cabeza del húmero.
Resultado positivo:
Disminución del dolor y de la aprensión y aumento de la rotación del hombro.
Consideraciones especiales:
Esta prueba debe hacerse después de la prueba de aprensión.
Prueba de Feagin
Esta prueba se utiliza para valorar la inestabilidad glenohumeral anterior y/o inferior del hombro.
Posición del paciente:
En bipedestación con el brazo en 90º de abducción.
Posición del fisioterapeuta:
De pie en el lado a examinar. Sobre su hombro se apoya el brazo del paciente a valorar. Con sus manos sujeta el tercio distal del húmero.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta intenta deslizar el húmero en dirección anterior e inferior.
Resultado positivo:
Si hay aumento del dolor y de la aprensión, y aumento de la rotación del hombro.
Consideraciones especiales:
El paciente puede mostrar aprensión a esta prueba, con lo que el resultado de esta prueba no será lo suficientemente sensible.
Prueba del Chasquido
Esta prueba se utiliza para valorar un posible desgarro del rodete glenoideo.
Posición del paciente:
En decúbito supino con el hombro en abducción de 90º y codo flexionado 90º.
Posición del fisioterapeuta:
De pie en el lado a examinar. Con una mano sujeta el codo y con la otra mano la parte proximal del húmero.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta intenta realiza una compresión sobre el rodete glenoideo mientras intenta girar la cabeza del húmero alrededor de la superficie glenoidea.
Resultado positivo:
Sensación de chasquido o crepitación.
Consideraciones especiales:
Realizar la prueba con cuidado para no dañar más el rodete.
Prueba de O’Brien
Esta prueba se utiliza para valorar una posible lesión del labrum glenoideo.
Posición del paciente:
En sedestación o bipedestación con el hombro a valorar flexionado 90º, en aducción horizontal 30º-45º y en rotación interna.
Posición del fisioterapeuta:
De pie en el lado a examinar. Aguanta con una mano la muñeca que se vaya a evaluar.
Acción de la prueba:
El paciente hace una aducción de hombro y lo flexiona, ejerciendo presión contra la resistencia del fisioterapeuta. La prueba se repite pero esta vez en rotación externa.
Resultado positivo:
Dolor o resalto.
Consideraciones especiales:
Realizar la prueba con cuidado. Se considera una prueba de gran precisión.
Prueba de Allen
Esta prueba se utiliza para valorar el síndrome del desfiladero torácico.
Posición del paciente:
En sedestación o bipedestación con el hombro a valorar en abducción 90º, rotación externa y codo flexionado 90º.
Posición del fisioterapeuta:
De pie en el lado a examinar con los dedos sobre la arteria radial.
Acción de la prueba:
El paciente realiza rotación contralateral de la cabeza mientras el fisioterapeuta palpa la arteria.
Resultado positivo:
Disminución o ausencia de pulso radial.
Consideraciones especiales:
Presenta mucho falsos positivos (> del 50%).
Prueba de pinzamiento de Neer
Esta prueba se utiliza para valorar el impingement del hombro.
Posición del paciente:
En sedestación o bipedestación.
Posición del fisioterapeuta:
De pie en el lado a examinar, una mano coge el brazo del paciente y la otra mano en contacto con el hombro a valorar.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta levanta el brazo en flexión por encima de la horizontal.
Resultado positivo:
Dolor en el movimiento.
Prueba de Ludington
Esta prueba se utiliza para valorar la rotura del tendón de la porción larga del bíceps.
Posición del paciente:
En sedestación con las manos detrás de la cabeza.
Posición del fisioterapeuta:
Detrás del paciente palpando la porción larga de cada bíceps.
Acción de la prueba:
El paciente contrae y relaja alternativamente los músculos bíceps.
Resultado positivo:
Si no se puede palpar la porción larga del bíceps.
Prueba de aprensión anterior
Esta prueba se utiliza para valorar la estabilidad del hombro.
Posición del paciente:
En sedestación o en decúbito supino.
Posición del fisioterapeuta:
Con una mano palpa el hombro y con la otra mano sujeta el brazo del paciente a valorar.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta realiza una abducción pasiva del hombro con la articulación del codo flexionada y después una rotación externa máxima. En esta posición, empuja la cabeza humeral en dirección anteroinferior.
Resultado positivo:
Dolor en la región anterior del hombro.
Consideraciones especiales:
En decúbito la prueba es más específica.
Prueba de Adson
Esta prueba se utiliza para valorar el síndrome del desfiladero torácico.
Posición del paciente:
En sedestación con el brazo en ligera abducción y la cabeza en rotación homolateral.
Posición del fisioterapeuta:
Detrás del paciente y palpa el pulso de la arteria radial.
Acción de la prueba:
El paciente extiende la cabeza mientras que el fisioterapeuta extiende y hace rotación externa del hombro. También se pide al paciente que inspire profundamente y aguante la respiración.
Resultado positivo:
Disminución o ausencia del pulso radial en la posición de inspiración.
Consideraciones especiales:
Puede haber dolor referido y parestesias.
Signo del surco
Esta prueba se utiliza para valorar la inestabilidad del hombro.
Posición del paciente:
En sedestación.
Posición del fisioterapeuta:
Junto al paciente en el lado a valorar. Sujeta con una mano la escápula y con la otra mano el codo.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta realiza una fuerza en sentido caudal (hacia abajo).
Resultado positivo:
Desplazamiento excesivo del húmero que forma una deformidad visible y/o palpable (surco) por debajo del acromion.
Prueba del cajón posterior
Esta prueba se utiliza para valorar la laxitud del hombro.
Posición del paciente:
En decúbito supino o en sedestación. Brazo al borde de la camilla, codo en 90º de flexión y 20-30º de extensión horizontal.
Posición del fisioterapeuta:
De pie en el lado a valorar. Una mano fija la cabeza del húmero y la otra mano mantiene la posición del brazo del paciente.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta realiza una presión sobre la cara anterior de la cabeza humeral.
Resultado positivo:
Subluxación posterior de la cabeza humeral.
Consideraciones especiales:
Realizar una presión sobre la parte posterior de la cabeza para recolocar la articulación.
Prueba carga y desviación
Posición del paciente:
En sedestación con el brazo afecto descansando sobre el costado.
Posición del fisioterapeuta:
De pie en el lado a valorar. Una mano fija la clavícula y la escápula y con la otra mano sujeta la cabeza del húmero.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta realiza carga axial a lo largo de la diáfisis del húmero (carga) para producir estrés en la cavidad glenoidea. Al aplicar la carga, ejerce una traslación (desviación) de la cabeza humeral, primero en un sentido y luego en el otro.
Resultado positivo:
Si la traslación de la cabeza humeral es mayor del 25 %.
Consideraciones especiales:
Se debe realizar bilateralmente.
Prueba de abducción del hombro
Esta prueba se utiliza para valorar la compresión nerviosa.
Posición del paciente:
En sedestación o bipedestación.
Acción de la prueba:
El paciente mueve en abducción activa el brazo y flexiona el codo de modo que la palma de la mano descanse sobre la parte superior de su cabeza.
Resultado positivo:
Reducción de los síntomas del paciente puede manifestar alivio de la compresión de una raíz nerviosa o disco.
Consideraciones especiales:
Se debe mantener la cabeza neutra.
Prueba de acortamiento del pectoral
Posición del paciente:
En decúbito supino, con las manos bajo la cabeza (codos flexionados).
Posición del terapeuta:
Detrás del paciente, en el cabezal de la camilla.
Acción de la prueba:
El terapeuta hace presión hacia abajo a nivel de los codos, para valorar el acortamiento del músculo pectoral. Valora la distancia a la que queda el codo respecto a la camilla.
Resultado positivo:
Si el codo no llega a tocar la camilla, es indicativo de acortamiento del músculo pectoral mayor.
Prueba de aprensión posterior
Esta prueba se utiliza para valorar la estabilidad del hombro.
Posición del paciente:
En sedestación o en decúbito supino.
Posición del fisioterapeuta:
Con una mano palpa el hombro y con la otra mano sujeta el brazo del paciente a valorar.
Acción de la prueba:
El fisioterapeuta realiza una abducción pasiva del hombro con la articulación del codo flexionada y después una rotación interna máxima. En esta posición, empuja la cabeza humeral en dirección posteroinferior.
Resultado positivo:
Dolor en la región posterior del hombro.
Consideraciones especiales:
En decúbito la prueba es más específica.